lunes, 26 de abril de 2021

¿Qué se puede entender por “Dios ha muerto, Friedrich?


        El otro día estaba leyendo algo acerca de Nietzsche y mencionaban esta frase muy famosa y daban su explicación, lo comentaban como la forma correcta de entender lo que esta frase significa y después pasaban al tema del superhombre.

Lo que me llamó la atención es que no coincidía con la idea que yo tenía acerca de qué significaba la frase y se me ocurrió que es muy difícil pensar que alguien como Nietzsche fuera a decir algo tratando de darle un sentido único e indiscutible, siendo un filósofo tan particular y que tanto luchaba contra lo que habitualmente encontramos estructurado de manera uniforme.
De manera que se me ocurrió presentar la explicación que daban en ese texto, también contar lo que yo entendía por esa frase y también abrir el espacio para que cualquiera  presente sus ideas al respecto.
Así que, vamos…

En el texto que leí hablaban de que la muerte de Dios se refería a que ya no existía la idea de que el juicio por lo hecho en la vida, lo cual condenaba al infierno o permitía el acceso al Paraíso, se hacía después de la muerte; ya no se trataba de que uno se moría, iba al cielo y en algún momento llegaría Jesús en su segunda venida para que se unieran a él los elegidos (creo que eran 12 grupos de 12.000 que daban 144.000 elegidos, según la Biblia, pero no estoy seguro) y lo siguieran al Paraíso, donde disfrutarían durante todo el resto de la eternidad los placeres de haberse portado bien en vida. Todo ese otro mundo desaparecía no solo por la falta de fe que se mostraba en el mundo respecto de la que existía anteriormente, sino fundamentalmente por la filosofía nietzscheana que presentaba al cristianismo como una inversión de todos los valores, con el objetivo de que los débiles pudieran convertir en elementos de poder aquellas características que ellos poseían, se trataba de las únicas que poseían, tales como el perdón, la piedad, el altruismo, etcétera. De manera que para Nietzsche el cristianismo sería una estrategia de lucha, de la voluntad de poder, para justificar que los débiles se convirtieran en los que deberían dominar a los fuertes. Esto muestraría que no existe una base real para la doctrina cristiana sostenida por un Dios verdadero, sino que esa idea había muerto.
Esto lleva a que después de la muerte no hubiera nada, se trata del nihilismo (nihil significa “nada” en latín) del cual esta postura filosófica habla tanto, por lo cual la muerte sería el fin, lo último después de lo cual no habría nada más.
En este texto cuentan que antes la gente se moría muy tranquila, morirse no despertaba la desesperación y angustia que produce hoy en día y eso se debía a que la muerte no era el fin, sino que solamente significaba el pasaje a otra forma de vida, la espiritual alejada de lo mundano de los cuerpos, de manera que era una continuación de lo que era entendido como la vida eterna. Ahora, con la muerte de la idea de Dios, la muerte propia se presentaba como el fin de todo.

A diferencia de esta idea, yo entendía la frase de una forma que puede tener algo que ver con la idea anterior en algún punto, pero que presenta más diferencias que similitudes. Yo entendía que la frase apuntaba a mostrar que ya no había garantías en la vida.  Pensémoslo desde la filosofía de Descartes, donde Dios era el garante de que todo lo que podemos pensar existe realmente sin que hubiera un genio maligno que nos confundiera constantemente. Dios aparecía como un ser totalmente bueno y veraz que garantizaba que las cosas no fueran un azar engañoso sin ninguna regla de la cual servirse. La filosofía de Nietzsche, entre otras, con su nihilismo, rompe con la idea de una garantía, sea cual sea la garantía de la que se trate, de manera que estamos solos para vivir nuestras vidas y tomar nuestras decisiones de la manera que podamos. Ya no hay un libro sagrado que nos diga cómo tenemos que vivir, qué tenemos que hacer y qué reglas tenemos que obedecer porque justamente esas cosas ya no existen más, ya nada nos garantiza que haciendo esto o lo otro nos ganaremos una eternidad feliz porque justamente esa eternidad feliz no existe (punto de contacto con la idea anterior), pero además de eso (punto de diferencia) implica que hay que plantear toda una filosofía distinta a la cartesiana y su Dios garante, a la platónica y la garantía de las Ideas, a la aristotélica y su garantía en las esencias, a la hegeliana y su garantía de la linealidad de la historia, etcétera. No es algo que tenga que ver únicamente con la muerte, sino que toda la forma de contemplar la existencia humana se ve alterada si dejamos de contar con una garantía que nos asegure el éxito en tal o cual asunto.
¿Se puede aplicar la frase a otra cosa? ¿Se la puede interpretar de alguna otra forma?

Seguro que sí, pero por ahora yo llego hasta ahí en mis ideas filosóficas. Las ayudas aportes e ideas serán más que bienvenidos.

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